miércoles, 21 de julio de 2010

Diplomado de Formación para Agentes Pastorales Camino a Emaus


Postulación Abierta


Postulación:  Del 8 al  23 de julio
Inicio: 7 de agosto 2010
150 horas cronológicas
Valor: $30.000
 
Este programa está dirigido a presbíteros, diáconos, religiosas y religiosos; agentes pastorales de parroquias e instituciones al servicio del enfermo; alumnos, profesionales y personal del área de la salud y del área de las ciencias religiosas  y personas interesadas en formarse en la atención espiritual de los enfermos. Tiene como propósito aportar en la formación de recurso humano en el acompañamiento espiritual de enfermos, adultos mayores y sus familias.
Contacto: Srta. Nancy Mora, Secretaria de Servicio de Pastoral,
Correo electrónico:
pastoral@med.puc.cl
Teléfono:
3543789
                                           

viernes, 2 de julio de 2010

Nuevo presidente y consejo directivo de la Academia Pontificia para la Vida



Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

El miércoles 30 de junio de 2010, Benito XVI ha nombrado presidente de la Academia Pontificia para la Vida a monseñor Ignacio Carrasco de Paula, hasta ahora canciller de la misma.

Sustituye al arzobispo Salvatore Fisichella, quien ha sido nombrado presidente del nuevo Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, según informa este miércoles la Oficina de Información de la Santa Sede.

Monseñor Carrasco de Paula, sacerdote español vinculado al Opus Dei, ha sido director del Instituto de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma, que dirige el policlínico Gemelli.

Con el Motu Proprio "Vitae Mysterium" del 11 de febrero de 1994, Juan Pablo II instituyó la Pontificia Academia para la Vida para estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de biomedicina y de derecho, relativos a la promoción y a la defensa de la vida, sobre todo en la relación directa que éstos tienen con la moral cristiana y las directivas del Magisterio de la Iglesia.

El primer presidente de la Academia fue el gran genetista francés Jérôme Lejeune.

Pertenecen a la academia 70 miembros --nombrados por el Papa--, que representan las distintas ramas de las ciencias biomédicas y aquellas que están estrechamente relacionadas con los problemas concernientes a la promoción y defensa de la vida.

También hay tres miembros "ad honorem" y miembros por correspondencia que trabajan en institutos y centros de estudio sobre la cultura de la vida.

El Papa Benedicto XVI nombró el pasado 25 de mayo como miembros del consejo directivo de la Pontificia Academia para la Vida al obispo auxiliar de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomalí Garib, la Dra Mónica López Barahona (España), los profesores Mounir Abdel Messih Shehata Farag (Egipto) y Gian Luigi Gigli (Italia), y el doctor John Haas (Estados Unidos). Confirmó a Mons. Jean-Marie Musivi Mpendawatu, representante del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud 

jueves, 1 de julio de 2010

Reflexión sobre el Boletín


Todos estamos conscientes de que una pastoral bien estructurada en los hospitales es un gran desafío y una verdadera urgencia. Esa pastoral debe involucrar a los capellanes, a los voluntarios, a los funcionarios, a los enfermos y a sus familiares. Sin embargo, a pesar de reconocer la urgencia, estamos conscientes de que es muy difícil implementar una auténtica pastoral que sirva a los funcionarios que prestan sus servicios en hospitales. La razón es muy simple: las diferencias de horarios, la diversidad de los turnos y el exceso de trabajo constituyen un impedimento muchas veces insalvable para estructurar una pastoral coherente. A pesar de eso, nos parece muy importante que los católicos que prestan sus servicios en esos establecimientos tengan un cauce a través del cual puedan reconocerse como hermanos y ser una presencia visible y actuante de la Iglesia en ellos. La Pastoral Hospitalaria ha creado este Boletín que quiere ser una ayuda para implementar una base elemental de pastoral en ese sentido, sin embargo, para que preste una ayuda eficaz, para que los funcionarios católicos muestren un rostro visible de la Iglesia en los hospitales, es preciso utilizarlo de una manera adecuada. Quisiéramos invitarlos a hacer una corta reflexión al respecto.
¿Cuál es el objetivo que busca el Boletín? Pretende ayudar a que los católicos que trabajan en los hospitales se reconozcan mutuamente como hermanos en la fe. Antiguamente eso era innecesario porque era normal que todos fuesen católicos. Actualmente el panorama ha cambiado mucho. Precisamente por eso es necesario cerrar filas y mostrar un rostro común. No podemos dejar de recordar las palabras del Señor que nos dice que cuando dos o más se reúnen en su nombre, él estará en medio de ellos.  Necesitamos hacer consciente la presencia de Jesús en nuestro medio laboral. Su presencia nos da seguridad, nos anima y nos ayuda a vivir en forma más consciente nuestra fe. Eso repercute directamente en nuestro desempeño laboral y en el testimonio del evangelio que corresponde a todo discípulo.
Para que el Boletín cumpla su cometido hay que se aprovecharlo bien. Para lograr este fin, lo primero que recomendamos se refiere al modo cómo se realiza su difusión. Es conveniente que se haga de una manera personalizada, evitando la tentación de una simple repartición por secretaría. Conviene que cada funcionario que lo ha recibido y lo valora, le toque el tema a otro funcionario y lo invite a que pida que también a él le llegue el Boletín. Es una difusión de persona a persona. En segundo lugar, conviene que en el mismo Boletín se vayan entregando temas de reflexión que sean de interés para quienes lo reciban. Eso exige que haya comentarios. Los ecos que se escuchen pueden contribuir determinantemente a su mejoramiento. Por último, es bueno que poco a poco vayan apareciendo noticias que sean de interés común. La vida en los hospitales es muy rica y variada. Hacer llegar noticias al Boletín ayudaría a que nos vayamos conociendo y apoyando mutuamente. Qué hermoso sería que cuando alguno de los funcionarios católicos que trabaja en un hospital esté pasando un momento difícil, todos los demás pudiéramos apoyarlo con la oración. Ayudaría a experimentar a la Iglesia como una gran familia. Eso sería posible sólo si comienza a haber una comunicación de tipo familiar entre todos los que nos reconocemos hermanos en la fe.

“Donde están dos o tres reunidos en mi nombre….”






“«Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. »" (Mt 18, 19-20




  •  Jesús promete a sus discípulos manifestarse y actuar en la comunidad que se forma cuando dos o más se reúnen en su nombre
  • Eso significa que el espíritu fraterno que brota en ellos por la fe, cuando se transforma en un encuentro entre ellos, viene a ser garante de la presencia y de la bendición del Señor.
  • El cultivo consciente del espíritu de unidad que debe reinar entre los católicos se transforma así en fuente de fecundidad. Esto es precisamente lo contrario de la esterilidad que se da en individualismo egoísta reinante en nuestro tiempo.





Vivimos en un tiempo en que todo invita al egoísmo y al individualismo. Precisamente por esa razón la conciencia de ser miembros de una misma Iglesia y la necesidad de reconocernos hermanos y de compartir entre nosotros, para atraer la presencia de Jesucristo, se hace cada vez más indispensable. En todos los ámbitos de la vida social en los que participamos, conviene que tratemos de mostrar un rostro solidario. Muchas veces bastará una sonrisa, un saludo afable o la preocupación afectuosa y servicial por los hermanos para que se realice lo que decía Jesucristo: “en eso conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros”.

Un nuevo paso en la confección del Manual de Pastoral Hospitalaria

El día 16 de junio se reunió un grupo numeroso de Voluntarios que evangelizan en los hospitales. Su tarea consistía en revisar el Manual que había surgido a través de la puesta en común de las experiencias de evangelización de enfermos en los hospitales de muchos Voluntarios a lo largo de estos últimos años. Este instrumento pastoral tendrá que irse enriqueciendo en el futuro con nuevas experiencias. A lo mejor algún día tendremos algo semejante para iluminar la presencia de los funcionarios católicos como un rostro vivo de la Iglesia en ese ambiente tan delicado.