jueves, 1 de julio de 2010

“Donde están dos o tres reunidos en mi nombre….”






“«Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. »" (Mt 18, 19-20




  •  Jesús promete a sus discípulos manifestarse y actuar en la comunidad que se forma cuando dos o más se reúnen en su nombre
  • Eso significa que el espíritu fraterno que brota en ellos por la fe, cuando se transforma en un encuentro entre ellos, viene a ser garante de la presencia y de la bendición del Señor.
  • El cultivo consciente del espíritu de unidad que debe reinar entre los católicos se transforma así en fuente de fecundidad. Esto es precisamente lo contrario de la esterilidad que se da en individualismo egoísta reinante en nuestro tiempo.





Vivimos en un tiempo en que todo invita al egoísmo y al individualismo. Precisamente por esa razón la conciencia de ser miembros de una misma Iglesia y la necesidad de reconocernos hermanos y de compartir entre nosotros, para atraer la presencia de Jesucristo, se hace cada vez más indispensable. En todos los ámbitos de la vida social en los que participamos, conviene que tratemos de mostrar un rostro solidario. Muchas veces bastará una sonrisa, un saludo afable o la preocupación afectuosa y servicial por los hermanos para que se realice lo que decía Jesucristo: “en eso conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros”.

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